Ella levantó la mirada, sobresaltada, y clavó sus ojos en los míos. Le sostuve la mirada por un largo rato, analizándola. Ojos tristes, vacíos. El brillo de los mismos no se debía a la cartuchera sino a otras cosas que nada tenían que ver con nuestra banda favorita. Esa mirada sufrida me decía algo más: cuánto amor tenía para dar y cuánto amor había recibido. Mucho y muy poco.
"Esta chica... es mía."
Te
ResponderEliminara
mo
mu
cho
aslkgkladsj
<3