sábado, 26 de febrero de 2011

¿Cómo redactar esto por enésima vez cuando ya he escrito toda esta poco ortodoxa historia de amor en mi blog? ¿Cómo explicar todo lo sentido y sucedido en estos doce meses que llevo con el amor de mi vida sin repetir lo que tantas veces escribí? Mique, hay que hacer un intento, porque vos sabés muy bien que de cuando ella se trata, tu cabeza se llena de palabras y tus manos arden en el teclado, y lo propio hacen en la guitarra cuando pensás en ella para tocar alguna canción.
Hace doce meses yo me encontraba en mi habitación una noche, bastante preocupado por algo que había pasado en Chile: un terremoto que se llevó pocas vidas pero destruyó el futuro y la ilusión de muchas. Entre las que pudieron haber sido, y esto fue lo que más me tenía preocupado, estaba mi mejor amiga con la cual llevábamos cuatro años de amistad a través de la red y siempre le tuve mucho cariño. Recuerdo que esa noche una chica me pidió mi teléfono, no entendía para qué puesto que no nos conocíamos ni teníamos intención de hacerlo, pero era para una de sus amigas que se preocupó por mi y mis mensajes vía Twitter hacia la persona que más me importaba.
Preocupado como estaba, me acosté a dormir, esperando que algo pasara, más que nada deseando un mensaje de mi mejor amiga. Sabía que esa amiga de quien me había pedido mi teléfono se iba a comunicar pronto conmigo, por lo que eso me planteaba un poco de impaciencia extra. El mensaje llegó, de aquella desconocida, que con apenas abrir y leer las primeras líneas, dejé escapar un suspiro y vociferé en mi mente "Esta chica es mía". Créame quien quiera y quien no lo haga, lo siento. Estoy escribiendo con el corazón y no con las manos, estoy dejando que la sinceridad fluya por mis venas para que llegue a todos ustedes, y en especial a esa chica que llena mi cabeza con pensamientos felices y me hace sentir realmente querido.
Desde un principio lo supe. Desde que leí ese mensaje supe que esa chica sería alguien especial en mi vida y que tarde o temprano terminaría en algo con ella. Con el tiempo lo confirmé: a pesar de que ella viviera en La Plata y yo en Gualeguaychú, en este corazón nació un sentimiento muy fuerte que nunca quise aceptar. Lo sabía, más no lo aceptaba, y eso lentamente me destruía. Y todo por una relación a distancia vivida en el pasado que me había marcado negativamente en lo más profundo de mi alma, que me había destruido y me había hecho más mal que bien.
Entre mi negligencia sentimental y la chica que para ese entonces me gustaba y me usaba como quería, estaba muriendo. Pero llegado un punto uno se cansa de tanto sufrimiento y más cuando éste es propiamente infligido, y ya con 17 años abajo del brazo fue que me dije "Cuanto uno más rápido acepte las cosas, más fácil se le hace vivir con eso y pelear contra las adversidades". Y a ella le dije "Me gustás". Ya les contará ella lo que sintió cuando se lo dije, yo voy a redactar mi lado de la historia.
Distancia, charlas, risas, videollamadas, desveladas sin estudiar por mandarnos mensajes o hablar por teléfono, dedicatorias en blogs... todo se puede resumir en felicidad, pura y sincera felicidad. Mayoritariamente los adolescentes suelen darle poca importancia al amor y decir que no existe a esta edad, pero yo puedo asegurarles que si esto se mantiene bien y es sincero, es lo mejor que puede pasarles a dos personas.

Pausa para secarme las lágrimas y tranquilizarme un poco


Un sentimiento que empezó a intensificarse cuando le comuniqué algo que nos ilusionó mucho: vernos en las vacaciones, en Mar del Plata, por un plan que yo había hecho con mi tía. Tuve que sacrificar algo, si. Rechacé una propuesta de unas vacaciones en un crucero estadounidense nadando con delfines, solo para ir a Mar del Plata y verla. Y por lo que han leído, fue algo que se concretó, el 22 de Diciembre de 2010 más precisamente. Y fue allí que oficialmente empezó el "por siempre".

Voy a dejar de escribirle a unos lectores que nadie me asegura tener, Florencia. No te esperé, nunca te esperé ni te vi venir, pero cuando te tuve al alcance de mis ojos supe que eras esa persona especial a la cual no podría levantarle mano ni fallarle. Solo puedo agradecerte por ese mensaje que empezó todo, por prestarme tu tiempo para sanar todas las heridas de amor que tenía, por haber soñado esa primera vez conmigo en Mar del Plata, por hacerme tan feliz en estos doce meses que llevamos juntos, por ser mi inspiración para escribir canciones amateur, por ser esa persona que me hace derramar lágrimas mientras escribe, por la virginidad, la inocencia y la pureza que todavía no me has dado pero que es el regalo que más valoro, por esperarme y confiar en mi cuando viajé a Bariloche, por estar presente en mi cabeza cuando escucho música para distraerme, por ser la dueña de mi corazón y de todos mis sentimientos positivos, por ser quien va a compartir conmigo ese anillo de plata grabado con "Forever", por ser la futura madre de mis hijos y abuela de mis nietos, por haber pisado muy fuerte en mi vida y hacerme jurarte que pase lo que pase nunca te voy a olvidar. A pesar de esas peleas estúpidas que hemos tenido y que son infaltables en cada pareja, sabés que te amo con la vida y que me duele en el alma tener que discutir y pelear con vos por cosas irrelevantes. Nunca dudes de que ocupás un espacio más grande en mi corazón que cualquier otra persona. Más grande que la música, que My Chemical Romance, que todos mis amigos y que toda mi familia. Vos sos y serás lo más lindo y preciado que tengo, my little lover. Felices doce meses, feliz primer año, feliz aniversario. El primero de infinitos.

1 comentario:

  1. Contame por qué tenés que ser así, Miqueas. Quién te mandó a ser tan perfecto para mí? No tenés ni idea de lo que siento por vos. Muchísimas gracias por haber nacido. Te amo, te amo, TE AMO. Para siempre. Feliz año.

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