jueves, 26 de noviembre de 2009
Y por ahí las lenguas dicen que uno al declararse músico nunca debe perder la humildad: siempre va a haber alguien mejor o peor que vos, pero eso no tiene ni que tirarte abajo ni que agrandarte. Vos sos vos, vos tenés tu estilo, tu forma de tocar, tu velocidad, tu habilidad, tu técnica, tus facilidades, dificultades, tus puntos fuertes y tu manera de transmitir emociones. Si alguien te critica, ¿qué importa? Las críticas te llevan a la perfección. Además, ¿qué importa lo que un tercero tenga que decir? Las palabras las ponen vos y tu instrumento. Si te preocupás por una crítica, significa que no tenés derecho a llamarte músico. Aquellos lectores, que quizás nunca lean esto, saben a quienes me refiero.
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