miércoles, 29 de diciembre de 2010

En el preciso momento que cerré mi mano izquierda sobre la correa de la mochila que colgaba de mis hombros, supe que algo extraño iba a pasar tarde o temprano. ¿La mano izquierda, siendo un chico totalmente diestro que detesta su mano izquierda cuando está fuera de la guitarra?
“Esto es raro”, pensé.
Aún así, no dejé que una extraña corazonada me privara de subirme a aquel colectivo que me dejaría en La Plata después de unas cuantas horas de viaje.
Respecto a eso, iba a ser mi primer viaje a aquella ciudad y la primera vez que me quedase en el departamento de uno de mis primos por un mes. Aprovechando las vacaciones de invierno y las remodelaciones que se estaban haciendo en el colegio, decidí emprender un viaje hacia alguna ciudad que no conociera y, teniendo tantas opciones disponibles, elegí La Plata quien sabe por qué.

1 comentario:

  1. Te juro por el amor de Dios que sos perfecto y que te amo con todo mi ser, y te pido perdón por las idioteces que hago u.u

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